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Navega contra el viento, en calma con las aguas, hazlas tus amigas y sé uno con el mar. Entona una melodía, escucha los acordes de tu alma, la gran orquesta de tu vida y sé uno con la música. Respira profundo, sueña en grande, observa lo que te rodea y sé uno con la vida.  Detiene el reloj, disfruta los momentos, congela los instantes, captura los hechos, y sé uno con el tiempo. Porque vas en dirección correcta si te atreves a probar un poco más de ti y un poco menos del resto. No te detengas aunque el mar te convierta en un naufrago, aunque la música sea sólo ruido, aunque entre tantas cosas la vida ya te haya prometido a la muerte, aunque el tiempo no esté a tu favor. Recuerda, lo endémico de tu alma, es precisamente ello, la esencia de ser tú.