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Tengo miedo. A escribirte y no respondas, a volver a sentir y no encontrar nada, a equivocarme en un mismo error, a dejar de ser yo misma, a no saber estar conmigo misma, a no sentirte cerca cuando más lo quiero, a no saber de ti para toda la vida, a no dar la vida por ti, a dejarte de amar como lo he hecho. Tengo miedo a dejar de ser yo cuando esté contigo y a que dejes de ser tú cuando estés conmigo, y creo que es uno de los miedos más grandes que he llegado a experimentar.

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Un amor deja de ser cuando hay duda al amar.

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Las decisiones son una de las acciones que más nos cuesta como ser humano, sea pequeña o grande, de ellas depende nuestro próximo paso. Lo que soñamos, lo que queremos, lo que anhelamos, lo que idealizamos, todo ello depende de una decisión. La vida es una constante decisión moral y la muerte una decisión ética. Las pequeñas nos ayudan a tomar breves responsabilidades diarias, mientras que las grandes nos enseñan a ser cautelosos con un presente cercano o un futuro. No es fácil hacerlo y mucho menos cuando vienen incluidos sentimientos de por medio. Los sentimientos son las partes más sensibles de los seres humanos, y la sensibilidad a veces nos lleva a equivocarnos o acertar. Pero, ¿cómo saber si es la correcta?, he aquí un secreto, jamás sabes que una decisión es totalmente correcta hasta que la tomas y la pones en marcha. arriesgarse, en eso consisten las decisiones, en eso consiste la vida misma, aún en errores o aciertos, aprendemos a enseñarnos lo que es mejor para cada uno y lo que nos rodea, puede ser difícil, pero gracias a ellas crecemos, y por donde queramos ir llegaremos alto o bajo. No se trata de pensar tanto, más bien, de sentir y comprobar, ser minucioso, tanto como la vida es con nosotros.

T

Navega contra el viento, en calma con las aguas, hazlas tus amigas y sé uno con el mar. Entona una melodía, escucha los acordes de tu alma, la gran orquesta de tu vida y sé uno con la música. Respira profundo, sueña en grande, observa lo que te rodea y sé uno con la vida.  Detiene el reloj, disfruta los momentos, congela los instantes, captura los hechos, y sé uno con el tiempo. Porque vas en dirección correcta si te atreves a probar un poco más de ti y un poco menos del resto. No te detengas aunque el mar te convierta en un naufrago, aunque la música sea sólo ruido, aunque entre tantas cosas la vida ya te haya prometido a la muerte, aunque el tiempo no esté a tu favor. Recuerda, lo endémico de tu alma, es precisamente ello, la esencia de ser tú.

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Personas con las que te cruzas y han experimentado todo los sentimientos que en algún momento tuviste, o los que aún tienes. Personas con las que has pasado por situaciones que sólo ellas entienden. Personas que te roban un poco de tu vida y te obsequian un poco de su alma. Personas que te reciben con una sonrisa aunque hayas sacado sus más sinceras lágrimas. Personas que simplemente están para complementar tu vida de una forma exquisitamente interesante. Personas que encienden su corazón para poder encender muchos otros. Personas que están aunque no lo estén para sí mismas. Personas que llevan un singular aura de mezclas sentimentales. Personas que facilitan la vida en las dificultades que propone la vida. Personas que crean un lugar especial en lo que eres y puedes llegar a ser. Ese tipo de persona, eres tú.

Conocer

Hay muchos tipos de amores, unos más idealizados que otros o más realistas, pero siempre hay a quien amar y maneras de amar.
Conocer es una forma de amar, y desde mí, la más sincera y hermosa de todas. Conocer algo que no conoces y sorprenderte ya sea entusiasmo o decepción, te da alivio, no quedan vacíos en el alma cuando sabes que hay detrás de aquello. Un amor que conoces bien, es como disfrutar los malos momentos, vivir con alegría las tristezas o desánimos, saber que la vida oscurece porque debe existir un amanecer, un amor que conoces bien antes que sea un amor, es simplemente más que eso.
Mi tipo de amor es ese, mi realismo o ilusionismo, es conocer ese amor sin fijarme en cuánto lo he podido observar, escuchar, admirar, o querer, sólo sentirlo cuando ya esté ahí, y luego estar segura de los sentimientos porque se de aquella primavera que he estudiado tan bien.
No sabremos el momentos en que llegue nuestro tipo de amor, puede que ya lo tengamos, puede que aún no lo encontremos, o quizá no lo queramos ver y lo esquivemos, pero si es aquel, aunque no se de, siempre será, y podremos encontrar ese refugio cálido y seguro que no lo encontraremos en otro lado, un amor que antes no era nada, y no sólo se convierte en todo, sino que ese todo es aún más.