Los iris cafés tienen un cierto poder en mí. La mayoría busca iris azules, verdes o grises. En mi defensa yo busco alguien que al despertar me embriague con su mirada, por las tarde me recuerde el eclipse entre el sol y la luna, y por la noches me haga saber que un café puede superar lo amargo del día. Yo busco a alguien que me envuelva en el dulce aroma de la vida y me haga olvidar los incisivos pasos de la muerte.
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