Desde menos uno

Quiero salir un poco de las ideas sobre el amor y la persona a la que amas. No siempre la persona de la que te enamoras provoca caos, mariposas en el estómago, dolores de cabeza de tanto pensarlo o pensarla. Enamorarse va a más allá de lo que podemos sentir, aquello se basa en lo que se construye paso a paso, de repararse plenamente para estar completos y comenzar nuevamente desde menos uno. Enamorarse no es un síntoma juvenil, porque no mide tiempo, espacio, distancia, la magia ocurre en el momento menos esperado, aún cuando estamos haciendo nuestras labores cotidianas, cuando estamos distraídos pensando en lo que debemos hacer, aún cuando estamos hechos cenizas en el suelo, las chispas aparecen en un suave viento o un pequeño suspiro. A veces de quien te enamoras, llega en un huracán y otras veces llega en silencio, pero de la manera en la que llegue, recuerda que no es sólo lo que te hace sentir, es lo que te enseña, lo que te saca de lo normal, lo que te ayuda a crecer, lo que te hace dar cuenta de los errores y aprendizajes. Enamorarse desde mi experiencia, que por cierto es poca, es una de las acciones y decisiones más valientes que podemos hacer y tomar. No cualquiera se arriesga a todo incluso cuando no tiene nada. Todos poseemos un alma de águila, pero no todos forjan sus alas para volar.