martes, 20 de noviembre de 2018

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Insensata el alma que no te aprecia, cuando en un atardecer te vez tan pura. Un corazón desgarrado por amor, los pulmones asfixiados de aire en el olvido. Una lágrima se aproxima en tus ojos, y truenos que recalcan tu voz. Suena más fuerte la tormenta de aquel que no te valoró.

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