jueves, 5 de abril de 2018
Ella
Aquella noche sólo deseaba algo: ver el sol. Sin embargo la madrugada no ayudaba y el tiempo era eterno para infinito, todo daba vueltas en su cabeza, su etorno la ahogaba entre dudas, preguntas, respuestas, quizá acierto o quizá no.
Aquella chica observó la luna, esperando una respuesta o al menos un rayo de luz que la ayudara a sentirse mejor. A pesar que quería a la mañana, necesitaba la noche, ella era un eclipse, ella era un atardecer, ella era un desastre, ella era polvo de luna, ella era su nunca jamás, ella era ella y aunque quisiera ser alguien más, su exclusividad en lo raro no se lo permitía.
La vi desde el cielo, desconsolada lloraba una noche de invierno, recuerdo que las nubes me ocultaban entre ellas, pero pude observarla, desde su ventana las lágrimas hacían silencio, aquel silencio que grita, aquellas lágrimas que son historias. Dentro de ella algo había pasado, algo se había roto, algo estaba mal, sabiendo el recorrido de memoria por sus mejillas, secó sus lágrimas, miró al cielo con una hermosa sonrisa, guardandose historias suspiró, esa noche frente a mí durmió y sin pensarlo, aquella sonrisa mis cráteres estremeció.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario